Este libro me ha calado los huesos. Qué levante la mano quien no haya tocado fondo nunca. Yo no me he vuelto loco nunca, pero como persona sensible y con problemas de ansiedad pues he tocado fondo varias veces.
Ver a personas valientes, reconocidas e influyentes como Ángel Martín mostrando sus rincones sin filtros es un regalo. Y lo hace con una naturalidad y una escritura que se te mete directa entre el entrecejo y la última vertebra que nos sujeta la cabeza al cuello.
A mi me ha motivado a limpiar la casa por dentro. A volverme a preguntar si todas las cosas que me gustan me gustan de verdad. A no dar nada por hecho, a permitirme hacer nuevos resets.
Me han entrado más ganas de bailar y de escribir. De encontrar las cosas que tenía debajo de la piel un poco adormecidas.
La vida es muy intensa… mucha información, muchos cambios. Nadie está libre de volverse loco en un mundo así.
Y me encanta su mensaje de ayuda. Porque es verdad que cuando tienes problemas mentales pedir ayuda es muy complicado. Pero sí más personas como Ángel, como tú y como yo, hablan sin tapujos, quizás la gente tarde menos en pedir ayuda.
Porque a veces la vida no se resuelve sola y hay que pedir lo que haga falta.
A mi me han ayudado ya varias veces. Tuve suerte de atreverme a pedir ayuda en su momento. Y de todo ese proceso salió mi trabajo actual, salió una profesión nueva, salieron monólogos, salieron nuevas ganas de vivir.
Y estoy ya libre y sano…?? Pues no. Las voces siempre pueden volver, pero como dice en su libro, al final tocar fondo de enseña a hablar y tratar mejor con tus voces y con tus miedos y aprendes a sacarle más partido a ese cerebrito con el que nacemos y que nos quiere hacer trampa todo el rato para sufrir más de la cuenta.
#porsilasvocesvuelven